Breve descripción del caso: Paciente, varón de 12 años, que acude a la consulta de urgencias, tras haber sufrido un traumatismo en el colegio. La madre explica que había sufrido un impacto con un balón en el recreo, se le había roto el diente y el fragmento lo traía en una servilleta.
Exploración y pruebas complementarias: se realiza exploración clínica y radiográfica. Tras un traumatismo es importante descartar afectaciones neuronales, además de hacer una exploración extra e intrabucal completa; palpación, valorar la sensibilidad a la percusión y evaluar la reacción que presenta a los estímulos térmicos.
Buscar si hay otras fracturas dentales además de la evidente, si presenta laceraciones, hemorragias
o alguna zona inflamada. En este caso en particular, confirmamos que el fragmento recuperado correspondía al incisivo central izquierdo, visiblemente fracturado con exposición pulpar, y que se trataba de una fractura limpia en la que no faltaba ningún otro fragmento; en cuyo caso habría que haber descartado que estuviese incrustado en los tejidos blandos circundantes y completar la exploración radiográfica con otras radiografías de la zona.
Tras el examen radiográfico, y no observarse indicios de afectación periodontal, ni fractura radicular, ya que no había sangrado gingival, ni desplazamiento o movilidad del diente, se confirmó que el incisivo, con desarrollo radicular completo, había sufrido una fractura a nivel coronal complicada (pulpa afectada).
Juicio clínico: el paciente presenta una fractura coronal complicada del incisivo 21. Este diente ya había finalizado su desarrollo radicular.
Diagnóstico diferencial: fractura corono-radicular, fractura coronal no complicada.
Conclusiones: los traumatismos dentales deben ser considerados como urgencias siempre, puesto que el tiempo transcurrido desde el momento en que ocurre hasta que se trata es determinante para su pronóstico. Es fundamental realizar una buena exploración y las pruebas complementarias necesarias para realizar un diagnóstico exacto pues errar en ello puede ser la causa del fracaso del tratamiento.
En el caso presentado se trataba de un incisivo central con fractura coronal complicada. Al haber finalizado su desarrollo radicular, el tratamiento pulpar que se realizó fue la endodoncia. Para la reconstrucción de la corona, se optó por la adhesión del fragmento recuperado dado que adaptaba bien, tenia suficiente estructura dental afectada en dentina, se trataba de una fractura limpia y fue posible hidratar el fragmento en suero fisiológico a 37 0 desde que llegó a la consulta.
En 1964, en la facultad de odontología hebrea de Hadassah, fue donde se publicó la primera
referencia de la unión de un fragmento dentario; aunque posteriormente se han protocolizado y modificado por distintos autores.
Al diente, tras realizarle la endodoncia, se limpió y cubrió la cámara con ionómero. Posteriormente ambas superficies se limpiaron con clorhexidina al 2%, se grabó con ácido, se lavó y seco suavemente. Al fragmento se le vació el interior de dentina y se grabó también. Se aplicó adhesivo en ambas superficies, se polimerizó y se colocó composite también en ambas superficies; antes de polimerizarlo se colocó en su posición correcta y se eliminaron los excesos de material. Pulido y revisión de oclusión.
Imágenes de este caso
Control radiográfico. El inconveniente de esta técnica es que se considera una reconstrucción
temporal y que puede sufrir cambio de color. Pero si tenemos en cuenta la edad del
paciente y las opciones de tratamiento hasta que finalice el crecimiento es una opción
de tratamiento muy acertada.
Fdo: MªJosé Barra Soto Nº Col. 2244.
Licenciada y Doctorada en Odontología.
Máster y Profa. Asoc. Odontopediatría Univ. Sevilla.
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